La educación empieza y termina en la familia

Aunque esta es una idea menos frecuente entre los padres, aún algunos creen que la educación de las personas depende completamente de las escuelas y los colegios. Ahora somos más conscientes que hay otros espacios donde nuestros hijos también pueden aprender: en otros entornos sociales, clubes de amigos, etc. Pero en esto, ¿qué tanto influye en y a la familia? Hoy te explicaremos esto y cómo lo que llamamos consejo familiar puede tener más repercusión de lo que esperaríamos.

La familia antes de la edad escolar

Antes de que nuestros hijos entren a preescolar lo normal es que la mayor parte del contacto con otras personas sean con nosotros, los padres. A partir de estas primeras experiencias sociales es que el niño va a ir desarrollando aspectos tan esenciales como el lenguaje.

Sin embargo, también en esta etapa ya la familia influye en la adopción de ciertos hábitos. Desde el hecho de la alimentación a la forma en cómo relacionarse con los demás. Esto sucede sobre todo porque en este periodo los niños aprenden más por imitación que por otra cosa.

Por eso si en la familia hay ciertos hábitos que son recurrentes, más allá de que sean correctos o no, estos serán considerados como normales por los hijos.

La familia durante la etapa escolar

A partir de esto es que los niños no llegan en blanco a la etapa escolar. El aprendizaje previo que tienen viene de la familia y esos hábitos que son normales con sus padres puede que no lo sean con sus compañeros de cursos. En este punto de encuentro con pares puede que el niño vaya adquiriendo nuevas formas de ver las cosas. Tanto por la relación con otros niños como lo que la misma escuela le enseña.

Sin embargo, sería equivocado decir que ya desde esta etapa la familia no tiene responsabilidad en la educación de los hijos. Sobre todo en una edad temprana, los niños buscarán aún validación y el apoyo en aquellas personas que conocen por más tiempo. En la mayoría de los casos estas personas son los padres.

Desde esta óptica influye mucho cómo los padres podemos o no incentivar el aprendizaje y desarrollo de nuestros hijos. La escucha atenta, la comprensión, la empatía y el apoyo son habilidades que nunca debemos dejar de perfeccionar. Pues, si es que en esta etapa de encuentro con otros mundos el niño nota que en casa no se le entiende o se le invalida lo que aprendió, siente y piensa es muy probable que genere rechazo a los vínculos familiares.

Lo que regresa a la familia en la adolescencia

Es normal ver que en la etapa de la adolescencia los hijos prefieren frecuentar otros espacios sociales antes que la familia. Esto se debe sobre todo al hecho de que lo que se quiere es conocerse y conocer a otras personas de la misma edad y con intereses similares.

Si bien esto no debe alarmarnos, es necesario tomar en cuenta que incluso en este periodo de crecimiento la familia tiene un papel importante en la educación. Una de las maneras en la que podemos ver esto es desde la forma en cómo el adolescente se va a relacionar con la familia.

Todos los hábitos que se han normalizado y visto como correctos se van a reflejar en el trato de los hijos con los padres. Por eso en todo momento la familia tiene un lugar importante en la constitución de los sujetos. Como padres nunca debemos olvidar esto.

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